La aviación rusa sigue ayudando a los soldados sirios a eliminar yihadistas en el país árabe, a pesar de que previamente un considerable contingente de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia fue retirado de Siria.
Los aviones rusos apoyaron el 27 de diciembre a los soldados del Ejército sirio desde el aire durante la operación realizada en las provincias de Hama e Idlib. Los bombarderos Su-34 realizaron ataques preventivos contra varias instalaciones del enemigo.
Para destruir los puestos de apoyo, los nudos de comunicaciones y los búnkeres subterráneos, las aeronaves rusas utilizaron bombas KAB-1500. Estos artefactos son capaces de atravesar sin explotar el hormigón reforzado de tres metros de ancho o la tierra de hasta 20 metros de ancho.
Uno de estos bombarderos fue captado en vídeo por los propios yihadistas. Las fuentes, citadas por el periódico ruso Voennoie Obozrenie, comunicaron que los sistemas estadounidenses TOW se encontraban en el búnker subterráneo donde estalló la bomba.