"Nosotros y nuestros empresarios hemos enfrentado repetidamente congelaciones de activos ilegales e injustificadas bajo la apariencia de sanciones. La iniciativa del presidente tiene como objetivo crear condiciones cómodas para las compañías si quieren aprovechar esta oportunidad para traer de vuelta su capital", explicó el portavoz del mandatario Dmitri Peskov.
Según las estimaciones de la agencia estadounidense Bloomberg, el capital de empresas rusas que podría retornar a Rusia con la ayuda del programa puede ascender a un billón de dólares.
Sin embargo, a juicio del columnista de Sputnik Iván Danílov, incluso con la repatriación de una pequeña parte de esta supuesta suma, las acciones de EEUU podrían crear un impulso positivo para las inversiones en la economía local, en vez de alcanzar su meta declarada, que es ejercer presión sobre el sistema financiero ruso.
Cuando Washington adoptó la segunda ronda de sanciones personales, expertos estadounidenses tenían la esperanza de que los empresarios afectados se volvieran contra Putin, pero en vez de eso, acudieron al presidente ruso con propuestas para un retorno seguro de su capital al país.
De momento, los oligarcas rusos barajan las siguientes opciones: seguir guardando el dinero en bancos occidentales y estar preparados para lo que puedan congelar en cualquier momento, o bien prestar de forma anónima sus dólares, euros o libras al Ministerio de Finanzas de Rusia.
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"La elección parece simple y realmente se reduce a saber dónde tiene la comunidad de negocios más confianza: en el mandatario ruso, que accedió a la liberación de estos bonos especiales, o en los Departamentos de Estado y del Tesoro de Estados Unidos, que redactan la lista negra", destaca Danílov.
En toda la historia de las nuevas sanciones de Estados Unidos contra la comunidad de negocios de Rusia hay aspectos más positivos que negativos, al poner el foco en la situación no desde el punto de vista de los negocios, sino desde el interés público, asegura el analista de Sputnik.
"Incluso si se invierten cero dólares en los bonos para el retorno del capital y ningún hombre de negocios cierra su empresa en Occidente y la lleva a Rusia a cambio de una exención de impuestos del 13%, las sanciones tendrán un efecto positivo en la comunidad de negocios", concluye Danílov.