"No a todos les gusta el hecho de que ahora Rusia encabece el proceso de la solución política, y no solo política, sino la lucha contra Daesh, contra los grupos terroristas en Siria", dijo.
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Lavréntiev destacó que "Rusia en este caso intenta hacer todo lo que se le demanda a cualquier otro país — hay que dejar a un lado los intereses propio y actuar en los intereses del pueblo sirio".
"Lo intentamos a hacer; ¿si alguien logrará impedirlo? Сreo que no, porque vamos en la dirección correcta, y si el pueblo sirio decide apoyarlos, lo veremos en el marco del Congreso Nacional del Diálogo sirio", dijo.
"Cada vez más países que antes tuvieron la postura irreconciliable en torno a Damasco, ahora la están reconsiderando; por ejemplo, Arabia Saudí", dijo.
Destacó que su postura la está cambiando, en particular, Arabia Saudí, que intentaba activamente convencer a la oposición siria no incluir en la declaración final las palabras sobre la salida del presidente sirio Bashar Asad.
"Cuando estuve presente por el encargo del presidente en la conferencia unificadora en Riad, "Riad 2", ellos absolutamente sinceramente intentaban poner en razón a los opositores y convencerles que no hay que incluir en la declaración final las afirmaciones insultantes contra las autoridades actuales", dijo Lavréntiev.
El 30 de septiembre de 2015 Rusia empezó, a petición del presidente de Siria, Bashar Asad, una campaña de bombardeos aéreos sobre las posiciones de Daesh y Frente al Nusra (Fatah al Sham) y otros grupos terroristas.
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A mediados de marzo de 2016, Rusia procedió a una retirada parcial de su grupo militar de Siria, al dar por cumplida la misión.
A principios de enero de 2017, el Ministerio ruso de Defensa anunció un segundo repliegue del contingente militar emplazado en Siria.