Según declaró el propio Zulfikar, él fue el primer sorprendido al descubrir este superpoder, denominado biomagnetismo.
"Estábamos comiendo y la cuchara se cayó. Entonces la levanté, pero se me quedó pegada a la barriga. ¡No lo podía creer!", reveló.
A su vez, el abuelo de Zufikar afirmó que no quería que esa habilidad influyera en la vida del niño y se expresó esperanzado en que el increíble don que posee beneficie de algún modo a la sociedad.
Los familiares del 'Magneto sirio' tienen previsto enviarlo a Rusia para que se realicen estudios sobre este insólito fenómeno.