"Se está creando un ambiente realmente hostil en torno a los medios rusos (en Francia)", constató la diplomática.
Recordó el caso de un periodista de Sputnik a quien el 18 de diciembre el Elíseo denegó el acceso al acto de entrega de las credenciales del embajador ruso Alexéi Meshkov al presidente de Francia, Emmanuel Macron, pese a que el periodista cumplía con los requisitos para estar acreditado.
Rusia no dejará sin respuesta los pasos discriminatorios de las autoridades de francesas contra los periodistas y medios de prensa rusos en Francia, añadió María Zajárova.
Zajárova afirmó que Rusia considera "este tipo de acciones como una evidente falta de atención de la parte francesa en el cumplimiento de sus compromisos en la esfera de la libertad de prensa".
La portavoz añadió que "las limitaciones del trabajo de la prensa por motivos políticos" merecen ser atendidas por las instituciones internacionales especializadas, en particular la OSCE.
"Volvemos a hacer un llamado al representante de la OSCE para la libertad de prensa, por cierto, ciudadano de Francia, señor Harlem Désir, para que comente esta situación; confío que su nacionalidad no le impida cumplir con sus funciones en calidad de representante de una organización internacional que defiende la libertad de prensa", observó.
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"No es la primera vez que las autoridades de Francia obstaculizan la actividad profesional de los empleados de los medios de comunicación rusos", subrayó Zajárova.
Las peticiones de revocar la licencia al canal RT France representan una injerencia flagrante en la labor de los medios, declaró la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova.
El 20 de diciembre un grupo de 11 activistas, varios de ellos de origen ruso, publicó en el periódico Le Monde una carta en la que exigieron al presidente del Consejo Superior de lo Audiovisual (CSA), Olivier Schrameck, retirar el permiso a RT France que acaba de empezar sus transmisiones en vivo.
"¿Acaso no se trata de un caso de injerencia flagrante del Estado en la labor de los medios?" se preguntó la diplomática, al destacar que "no es el primer caso en que se crean obstáculos a la labor profesional de los empleados de los medios rusos".
La portavoz afirmó que la presión contra el canal ruso viene directamente del Estado francés, y en particular, de su presidente, Emmanuel Macron, que declaró anteriormente su enfoque sobre la labor del canal y de la agencia Sputnik.
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La carta de los intelectuales franceses corresponde al espíritu de las declaraciones de Macron, resaltó Zajárova.