El 20 de diciembre un grupo de 11 activistas, varios de ellos de raíces rusas, publicó en el periódico Le Monde una carta en la que exigieron al presidente del Consejo Superior de lo Audiovisual (CSA), Olivier Schrameck, retirar el permiso a RT France que acaba de empezar sus transmisiones en vivo.
"Los intelectuales franceses decidieron olvidarse de la libertad, igualdad y fraternidad y pidieron el cierre de RT France, para no perturbar la mente de los galos y no impedirles seguir creyendo en la libertad, igualdad y fraternidad", dijo Simonián.
Pocos meses antes de su apertura Schrameck ya advirtió que tenía la intención de vigilar constantemente los programas de RT France.
Entre los firmantes de la carta publicada por Le Monde se encuentran la escritora Galina Akkerman (emigrada de Rusia a Israel y posteriormente radicada en Francia), los historiadores franceses de ascendencia rusa Antoine Arjakovsky y Vladimir Berelovich, el periodista Michel Eltchaninoff, también de origen ruso, además de varios docentes y traductores.
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El 13 de noviembre el Departamento de Justicia de Estados Unidos incluyó a RT America en su lista de "agentes extranjeros" alegando una polémica ley de 1938 conocida como FARA.
El embajador de Rusia en EEUU, Anatoli Antónov, calificó como un atropello a la libertad de prensa el veto que impuso el Congreso norteamericano a los periodistas de RT America.
La medida estadounidense fue también criticada enérgicamente por el Comité Internacional para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).