Sin embargo, es la formación liberal Ciudadanos la que se alza como el partido más votado, liderando la alternativa unionista con 36 escaños.
La suma de fuerzas unionistas –57 diputados– no consigue arrebatar el dominio al independentismo; el Partido Socialista de Cataluña consigue 17 escaños y el Partido Popular de Rajoy consigue 4, situándose como fuerza menos votada de Cataluña y el partido que más apoyos pierde respecto a 2015.
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Fuera de la lógica de esos dos bloques se sitúa la candidatura de Cataluña en Común, en la que participa Podemos, que en base a los resultados provisionales obtendría 8 escaños.
Aunque en esta votación no se decide la independencia de Cataluña, una eventual victoria de unas fuerzas rupturistas, que en campaña prometieron implementar la república proclamada en octubre, abriría un escenario incierto en el que, previsiblemente, se profundizaría la fractura institucional con el Gobierno central.