El contrato, que preveía la creación del primer satélite ucraniano, fue firmado en 2010 por la corporación estatal Ukrcosmos y la compañía canadiense MDA. Pese a que han pasado ya casi siete años desde aquel momento, el satélite ucraniano no ha sido puesto todavía en órbita.
No obstante, la compañía intermediara Briklin Limited, que opera desde las islas Seychelles, empezó a figurar en el contrato por iniciativa de las autoridades ucranianas, y 'perdió' ocho millones de dólares, que deberían haber sido canalizados a la empresa Yuzhmash. Yuzhmash tendría que construir el cohete portador Zenit.
Precisamente este cohete debería haber sido el encargado de poner en órbita el satélite ucraniano.
El hombre de negocios Mijaíl Grinshpon, implicado en varios escándalos, fue el encargado de trabajar en la implementación del proyecto. Grinshpon no niega haber presidido Briklin Limited. "Oficialmente todo [el dinero] está en Chipre", dijo.
Además: El valor de la palabra dada: Roscosmos no rechaza lanzar un satélite ucraniano
Ahora la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania está investigando el caso.