"El cese unilateral del fuego permitirá reducir la inquietud de la gente en Navidades", aseguró el portavoz presidencial citado por el periódico Philippine Star.
Filipinas vive una extensa contienda armada desde la creación en 1969 del NEP, guerrilla que llegó a contar a fines de la década de 1980 con 25.000 combatientes.
Anteriormente, el presidente filipino, Rodrigo Duterte, había expresado sus dudas respecto a la posibilidad de declarar el cese al fuego, aunque defendió que deseaba "celebrar la Navidad (…) sin estrés" y que "pensaría al respecto".
"El alto al fuego es una acción unilateral del Gobierno para evitar ataques, (durante las celebraciones) mucha gente anda por ahí, incluso de noche, disfrutando de las Navidades o yendo a misa", comentó el mandatario.
Duterte señaló que no quería "agregar más tensiones que las que la gente sufre ahora", criterio que finalmente prevaleció al decidirse por la propuesta de cese al fuego.
El armisticio propuesto se extenderá durante diez días, desde el 24 de diciembre hasta el 2 de enero.