El mandatario, según su despacho, indicó que en las últimas horas firmó un decreto para reforzar el sistema de prevención y alerta para la reacción rápida que tendrá dos componentes: "uno de alerta temprana en la Defensoría del Pueblo (…) y otro de respuesta y reacción rápida en el Gobierno Nacional".
Asimismo, Santos indicó que está en marcha la implementación del Plan Orus, mediante el cual 63.000 agentes del Ejército y de la policía "se van a repartir en 67 municipios" que han sido identificados "como los de más alto riesgo" y en 595 veredas (aldeas).
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El jefe de Estado colombiano explicó que "en cada vereda va a haber un comandante responsable de la seguridad" en esa región.
"Los comandantes establecerán contactos y generarán la confianza suficiente con las comunidades de esas veredas para, de común acuerdo y coordinadas, comunidades y Fuerza Pública, podamos combatir con más efectividad estos asesinatos", agregó.
Por último, Santos dijo que su Gobierno está comprometido con reducir los homicidios y amenazas a líderes sociales, que en lo que va de año asciende a más de 120 muertes, según organizaciones sociales, pero que el Ejecutivo cifra en 60.
La violencia contra líderes sociales se incrementó en el país luego de que el Gobierno firmó la paz con la ahora disuelta guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, que dejó las armas y abandonó territorios para convertirse en el partido político Fuerzas Alternativa Revolucionaria del Común.
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Las zonas donde se desplegaba la guerrilla ahora están en disputa por parte de organizaciones criminales.