Para Celis una de las cosas más destacables del Acuerdo para la Terminación Definitiva del Conflicto, firmado en Bogotá el 24 de noviembre de 2016, es que con él se terminó más de medio siglo de conflicto con la guerrilla y dio paso a su asimilación por parte del sistema democrático institucional.

Destacó además el hecho de que se haya creado un órgano temporal para esclarecer patrones de violencia y reconocer los derechos de las víctimas, la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia, y la no Repetición.
"La sociedad colombiana necesita saber qué fue lo que ocurrió para poder construir un relato compartido de quienes fueron los responsables y de las dinámicas que construyó. Para poder seguir dándole una voz a las víctimas", indicó Celis.
"En las zonas donde hubo más violencia también hubo más pobreza, menos infraestructura, mayor ilegalidad y menos presencia del Estado. Allí donde hubo estas dificultades la complejización de la situación es mayor, se sigue agrediendo y asesinando a líderes sociales que reclaman tierras y se oponen a mafias del narcotráfico y la minería. Es un tema muy delicado que el Estado aún no puede controlar", explicó.
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Como cierre del balance sobre el primer año de la puesta en marcha del acuerdo, según Celis es que "es importante destacar que está vivo". "No se puede decir que hay incumplimientos, por supuesto que hay dificultades y opositores poderosos que han obstaculizado el avance, pero se va andando y eso es algo a subrayar", concluyó.