"Hay evidencia de comportamiento discriminatorio y racismo institucional por parte del Ayuntamiento de la Ciudad de Bristol y la Fuerza de Policía de Avon y Somerset", concluye el informe sobre la brutal muerte de Bijan Ebrahimi en julio de 2013.
Ebrahimi recibió asilo político al año de llegar a Inglaterra en 2001 y se asentó en Bristol, en el oeste del país.
Una investigación policial había resultado previamente en el despido por grave mala conducta de cuatro agentes de la mencionada fuerza regional, además de sendas condenas penales para dos de ellos.
Este último informe independiente confirma el desinterés de la policía y los funcionarios municipales por "proteger" al iraní, quien denunció ser víctima de abusos raciales, daños materiales y amenazas de muerte en al menos 85 ocasiones.
Los autores del informe sobre las autoridades de Bristol aceptan la definición de racismo institucional como "el fracaso colectivo de una organización para ofrecer un servicio apropiado y profesional a una persona debido a su color, cultural u origen étnico".
Escuche: El proyecto europeo, amenazado por el racismo
Ambas instituciones han aceptado las conclusiones y se han disculpado ante los familiares del difunto refugiado iraní.