"En el caso de los productos 'light' si uno analiza el término en inglés es 'ligero'. Es algo que fue rebajado del original en alguno de sus componentes. Puede ser 'light' porque tiene menos calorías, o porque tiene menos grasas o azúcar que el original", explicó a Zona Violeta la nutricionista Elizabeth Barcia.
En el caso de los productos dietéticos tampoco estos son necesariamente bajos en calorías. Esta categorización implica que han sido modificados químicamente para una dieta en especial: se modificó la cantidad de azúcar o grasa, se adicionó fibra o nutriente.
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La especialista también explicó que los productos señalados como libres de grasa y colesterol pueden ser engañosos. "Está el caso de las margarinas que son 0% colesterol, porque son de origen vegetal, pero que tienen un alto componente de grasas trans y saturadas, que sí aumentan el colesterol".
Teniendo en cuenta lo confuso que pueden resultar los etiquetados, la especialista recomienda dirigirse a la lista de ingredientes. La normativa alimentaria obliga a la industria a que detalle los componentes. Esta información permite conocer lo que uno puede reducir a la hora de elegir los alimentos.
Sin embargo, a pesar de conocer su composición, el problema es que si se consume el doble o el triple del producto con reducción de componentes, es lo mismo que consumir una porción del original.
"A la hora de comer cualquier alimento y hacer el ejercicio de comparar el original con el 'light', siempre hay que tener en cuenta la porción, la cantidad que está indicando la información nutricional", concluyó.