Durante la investigación, personas de diferentes países tuvieron que responder a un cuestionario en el que describieron sus hábitos alimenticios, los productos que consumen y su estado de ánimo.
Los jóvenes que consumían carne menos de tres veces a la semana y no practicaban deporte estaban más predispuestos a sufrir trastornos mentales.
Los individuos mayores de 30 años, a su vez, resultaron ser más sensibles a la abstinencia de productos que incluyen antioxidantes, como el vino tinto, el té verde, los frijoles y las alcachofas.
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Por un lado, esta comida neutraliza los efectos de los radicales oxidantes, ya que estos aumentan a medida que una persona envejece, algo que puede causar trastornos mentales. Pero por otro lado, dichos productos aumentan el riesgo de sufrir estrés.