Zelaya fue derrocado por los militares en 2009 al intentar promover una reforma constitucional para habilitar la reelección, un mecanismo del que se valió Hernández apenas con un fallo judicial. Ahora, su partido Libertad y Refundación, es uno de los que conforma la Alianza de Oposición contra la Dictadura que sostiene la candidatura de Nasralla.
Los comicios han estado profundamente marcados por las supuestas irregularidades ocurridas para favorecer al actual presidente Juan Orlando Hernández. La oposición, encabezada por el candidato Salvador Nasralla, ha impugnado los resultados y no reconoce el conteo del Tribunal Supremo Electoral de Honduras (TSE) que da una ventaja de 1,61% a Hernández.
"El pueblo hondureño va a luchar infatigablemente para que se respete y se cuenten los votos y se cotejen las actas", aseveró el candidato.
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Asimismo, Zelaya destacó que observadores internacionales de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE) han iniciado investigaciones respecto a las presuntas irregularidades del TSE. Sin embargo, dijo que "la embajada de EEUU salió avalando al tribunal", a pesar de que la autoridad electoral nacional "no tiene ningún respeto" de la población.
"Criticamos a la embajada de EEUU precisamente por esa actitud de parcializarse a favor del gobernante. Tiene que ser imparcial y no puede apoyar un fraude electoral en nuestro país", dijo el exgobernante.
Para el mandatario derrocado por los militares, los intereses de EEUU sobre Honduras responden a intereses de naturaleza geográfica, geopolítica y geomilitar, pues "está en el centro del Caribe con siete fronteras marítimas" y una superficie que "el doble del territorio".
"El que controla Honduras controla Centroamérica, porque estamos en el medio. Es un país estratégico. EEUU tiene bases militares y todo un control que no están dispuestos a perder", dijo.
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En el actual contexto, Washington "tiene control de los grandes medios de comunicación, las iglesias, la sociedad civil", así como una incidencia importante a través de la empresa privada, "los grandes bancos y multinacionales".
A pesar de "hacer guerras, invadir, dar y promover golpes de Estado", el político hondureño consideró que Washington "no puede apoyar un fraude porque eso derriba toda su retórica mundial". "Si ellos apoyan un fraude aquí, no podrán reclamar nada en América Latina", remató.
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La Alianza de Oposición contra la Dictadura denuncia esta maniobra como una manera de desconocer el resultado de las urnas. Al día de hoy, Nasralla y Hernández se consideran ganadores de los comicios, pero ninguno ha sido proclamado oficialmente por el TSE.
Los partidos que apoyan a Nasralla exige un conteo sobre 18.000 urnas impugnadas, pero las autoridades "se niegan a ese conteo y cotejo" que la oposición considera como la única "solución".
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Sobre Juan Orlando Hernández, Zelaya subrayó que realizó un mandato bajo "un Estado militarizado que lo sigue sosteniendo". Puso como ejemplo el estado de sitio que declaró, en el que 12 personas resultaron muertas.
"Creo que tiene como político debe analizar su futuro. Ha perdido las elecciones y debe retirarse para volver dentro de tres o cuatro años. Nadie le prohíbe regresar pero ahorita debe respetar lo que decidió el pueblo en las urnas, que es que él se vaya del poder", aseveró.
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Respecto a los cambios de signo político que se dan en otras partes del continente, Zelaya precisó que "son una demanda, no importa que algunos Gobiernos [electos] sean de derecha". Según dijo, "el proceso de cambio se da en el pueblo" y no en las administraciones solamente.
"La presión del pueblo porque el modelo capitalista neoliberal extractivo y patriarcal no da respuestas a los pueblos es permanente. Los hijos del poder son vaivenes que solo van como el péndulo de un reloj pero las demandas permanecen y los pueblos avanzan, a pesar de los golpes, los fraudes, la negación de derechos y las represiones", reflexionó.
"La Policía quedó en un estado de shock. Tomó banderas políticas y las levantó. De veras tomó las astas de las banderas y las llevó en los carros de la Policía. Fue un mensaje contundente. Aquí en cualquier momento entramos en proceso de protesta pacífica, de sublevación y de insurrección popular que la Constitución lo garantiza", dijo.
"El pueblo tiene derecho de estar en contra de un Gobierno que usurpa el poder con un visible fraude electoral, un descaro, un horroroso complot en contra de las elecciones que ganó Salvador Alejandro César Nasralla", concluyó.