Durante casi medio año, China fue la región donde más se empleó el bitcóin de todo el mundo y, de hecho, el 95% de los intercambios en bitcoines se ha realizado en yuanes. Pero cuando la fuga de capitales se aceleró, el Gobierno y el Banco Central chinos tomaron cartas en el asunto y comenzaron a limitar la criptomoneda: primero, prohibiendo los ICO y, luego, eliminando los intercambios a nivel local, según el artículo del medio Vesti Finance.
"Si no hubiéramos cerrado el intercambio de bitcoines y no hubiéramos prohibido las ICO —criptomonedas- hace unos meses, China todavía tendría más del 80% del comercio mundial en criptomonedas (…) y la situación que viviríamos ahora daría miedo", considera el vicepresidente del Banco Popular de China, Pan Gunsheng.
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Sin embargo, a pesar de las predicciones pesimistas, la criptomoneda más popular del mundo ha seguido mostrando un crecimiento sostenido durante el último año. Actualmente, un bitcóin cuesta casi 18.000 dólares. Durante 2017, su precio ha aumentado más de 10 veces y, hasta la fecha, solo las estafas piramidales presentaban un índice de crecimiento tan alto.