"Renovamos nuestro firme respaldo a la Revolución Bolivariana, su unión cívico-militar y su gobierno, conducido por el presidente constitucional Nicolás Maduro Moros", asevera el texto leído en el Palacio de Convenciones por el canciller, Bruno Rodríguez.
Rechaza el texto, también, las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea contra Caracas y las acciones a las que califica de "injerencistas" de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de varios países de la región que según el escrito agreden de forma continua la soberanía, la autodeterminación y el orden constitucional en la nación suramericana.
Con beneplácito, la declaración saluda el diálogo entre el Gobierno venezolano y la oposición, realizado en República Dominicana, y exhorta a la comunidad internacional a apoyar este proceso, sin intromisiones ni condicionamientos.
Respecto a la región, considera necesario fortalecer la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, en busca de la unidad continental a través de la concertación política, la integración, la defensa de la soberanía, la libre determinación y el desarrollo de los pueblos, sobre la base la proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
Con ese propósito demanda el escrito el cumplimiento del Acuerdo Final de Paz firmado entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo y el Gobierno de ese país, el cual condujo al cese el fuego definitivo y bilateral y la dejación de las armas.
Igualmente, enuncia optimismo en relación con las pláticas en curso entre el Ejército de Liberación Nacional y el Ejecutivo colombiano, y subraya que pueden garantizar el futuro pacífico que merece esa nación suramericana, lo cual sería una contribución a la estabilidad del continente.
La declaración apoya las políticas y acciones de seguridad de Nicaragua para contener el narcotráfico y el crimen organizado, a la vez que deplora la situación en Honduras, donde la represión contra protestas populares provocó víctimas mortales.
Sobre el tema ambiental, las 11 naciones integrantes del ALBA-TCP instaron a la comunidad internacional a tomar en consideración las circunstancias de los pequeños Estados insulares en desarrollo, y se solidarizaron con los países caribeños víctimas de huracanes que azotaron esa área en fecha reciente.
Los firmantes expresan preocupación y rechazo a la reciente decisión unilateral del presidente Trump de declarar a Jerusalén como capital de Israel y ratifican la solidaridad del ALBA-TCP con la causa legítima del pueblo palestino, al tiempo que reitera el compromiso de apoyar en la solución del conflicto israelí-palestino.
Como parte del XVI Consejo Político del ALBA-TCP fueron concertadas acciones en busca de una mayor integración, además de reafirmar el compromiso de unidad, colaboración y solidaridad en medio de una ofensiva de las fuerzas conservadoras en el área, se informó.
Dentro de este contexto, Cuba y Venezuela suscribieron el Plan Anual de Cooperación para 2018, el cual incluye 27 nuevos proyectos en nueve programas de intercambio en los servicios sanitarios, el suministro de medicamentos, la formación de talento humano, y la promoción cultural y deportiva.
Como colofón de la XVIII reunión de la Comisión Intergubernamental del Convenio de Cooperación entre las dos naciones, Rodrigo Malmierca, ministro cubano del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, y Jorge Arreaza, canciller venezolano, suscribieron el entendimiento.