De acuerdo con los datos publicados, se trataría de las armas antitanque que terminaron amenazando a la propia coalición antiterrorista liderada por EEUU.
Según los autores del informe, los intentos de Washington y sus aliados de armar a los rebeldes "han ampliado en gran medida la cantidad y la calidad de las armas que ahora están a disposición de los yihadistas".
En total, los investigadores examinaron alrededor de 40.000 piezas de armamento halladas en las zonas liberadas de Daesh.
No obstante, no consiguieron averiguar si fueron obtenidas por los yihadistas como botín o fueron compradas —tal vez incluso cedidas— a los miembros de la oposición moderada que luchan contra las fuerzas gubernamentales sirias.