"Creo que mi colega estadounidense James Brown y yo como directores logramos el objetivo de mostrar una Cuba real, como es, estamos seguros de que muchos norteamericanos verán la película con asombro porque no les es posible en su país ver la realidad de esta isla", expresó.
Namin subrayó que incluso en Rusia no todos comprenden la realidad de la mayor de las Antillas, cómo vive su gente y por qué responden en el filme ante la única pregunta de si son felices de modo en que lo hacen.
"Quisimos mostrar una Cuba real, auténtica, y gracias a la franqueza de la gente logramos lo que nos propusimos", reiteró el artista, considerado una figura de culto por sus aportes en diversas esferas de la cultura.
Sobre la película opinó que "es muy sencilla y tiene mucho que ver con vivencias que tuve en la isla después de la Crisis de octubre de 1962".
"Yo estuve en Cuba con mi abuelo, Anastás Mikoyán, en 1962 cuando tenía 12 años, y conocí a Fidel Castro", subrayó como un antecedente importante.
"He viajado mucho por el mundo, por las islas caribeñas —señaló—, y he podido comprobar que Cuba es un país único, con gente única, diferente a todo el resto del Caribe por el espíritu que existe aquí".
Explicó que por ese motivo, cuando decidió realizar esta película al cabo de más de medio siglo de su primera visita, pensó que si la abordaba en solitario impondría un punto de vista subjetivo, más personal, por eso invitó al productor estadounidense James Brown, ganador de cuatro premios Emmy, para llevar adelante juntos este proyecto como codirectores.
"Es decir, 'Cuba real' fue realizada por dos creadores, yo por la parte de Rusia, y Brown por parte de Estados Unidos —acotó—, y por eso no predomina un punto de vista de un lado ni de otro, solo viajamos por toda Cuba, conversamos con la gente y exponemos todo lo que se ve en el documental".
Para Namin se trata de un filme que no tiene nada que ver con la política a diferencia de lo que siempre se refleja en otras películas que se refieren a la lucha contra Fulgencio Batista, a la Revolución, sin profundizar en la gente sencilla y lo que sucede cotidianamente en este país.
Stas Namin lamentó que la política del presidente estadounidense Donald Trump contra Cuba hubiera impedido la presencia del artista norteamericano James Brown, ganador de cuatro premios Emmy.
"Desgraciadamente mi colega James Brown no pudo viajar a Cuba y asistir a esta presentación porque las medidas aplicadas contra la isla en los últimos tiempos por órdenes del presidente Donald Trump le impidieron venir a La Habana, pero él escribió una carta a propósito de este estreno en Cuba en la que expresa sus disculpas", explicó.
La producción se extendió durante dos años, viajaron a la mayor de las Antillas en dos oportunidades para realizar las filmaciones y conversar a lo largo del país con mucha gente sobre su vida.
"La única pregunta que hicimos a cada entrevistado se refería a si era feliz y por qué, ya fueran hombres de negocios, campesinos, taxistas, gente de pueblo con historias sencillas, y desde su punto de vista nos explicaron cuál es la diferencia entre los cubanos, los rusos y los norteamericanos: lo que hace diferente a la gente en esta isla es la felicidad, la alegría", relató.
Según Namin, la felicidad es el aspecto más importante en la vida de toda persona, ya sea para la gente sencilla o para quien quiere poder y dinero, "detrás de todo está el objetivo de ser feliz".
"Es algo que está dentro de nosotros, no en lo que se posee, y los cubanos aquí son felices por la tranquilidad, por la alegría, algo que falta en otros muchos países que he visitado", argumentó.
Durante los 67 minutos del filme varios entrevistados explicaron que no quieren cambios si se trata de perder la felicidad por la entrada del capitalismo o por enajenarse de la música única que tienen, y Namin atribuye esas preocupaciones a una gran fortaleza de espíritu.
Tras el estreno de la película, el director dijo a Sputnik que al equipo realizador del que forma parte su hijo Artem Mikoyán como productor asociado y la productora ejecutiva Olga Sávchenko le gustaría mucho que después del Festival se exhiba en los cines de La Habana y también en la televisión nacional, al igual que en Rusia.
"Por nuestra parte estamos en conversaciones para que se estrene en Estados Unidos a través del canal National Geographic o cualquier otro de gran alcance", adelantó.
En referencia a su hijo, a Sávchenko y a Brown, Namin subrayó que juntos ya realizaron otro largometraje, Free to rock, que fue presentada con éxito en el Capitolio de EEUU, en el Museo del Kremlin y en importantes salas de Nueva York.
Melómano por naturaleza, el artista insistió en que la banda sonora de 'Cuba real' desempeña un papel muy importante durante todo el recorrido por el país como se puede apreciar en la película, donde la música es omnipresente.
"La música cubana —enfatizó Namin—, es única y diferente, no se parece a nada en el mundo, es algo aparte a toda la creación musical latinoamericana".
Como compositor es autor de muchas canciones populares ("Tarde de verano", "Nostalgia verdadera", "Te deseamos felicidad"), y como promotor cultural destacó como organizador del primer centro productor independiente de Rusia, del que salieron muchas estrellas nacionales, incluido el grupo "Park Gorky", también liderado por él.
Gracias a su iniciativa surgieron proyectos como los primeros festivales rusos de pop y rock del país, entre ellos el de la Paz en Luzhniki en 1989, así como los internacionales "Mundo Unido" y "Rock desde el Kremlin", con la participación de estrellas de nivel mundial.