"Ya se está hablando de un fracaso de la cumbre ministerial", dijo Treacy, profesor en la Universidad Nacional de General Sarmiento, licenciado en economía y doctorado en ciencias sociales por la Universidad de Buenos Aires.
Ha trascendido que las agendas que se discuten en este foro multilateral están trabadas "por los distintos intereses que están en juego y las diversas posiciones que no logran negociar", dijo.
La Sociedad de Economía Crítica se define como una red de colaboración científica que promueve una mirada crítica que contribuya a la transformación social.
Ante el fracaso que representó la Ronda de Doha, que se lanzó en 2001, cuando los países de desarrollo hicieron valer su derecho a suspender la aplicación de algunas de cláusulas en virtud de intereses superiores como la salud pública, las reuniones ministeriales de la OMC se presentan cada dos años como una oportunidad para intentar reactivarla.
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"Pero observamos que confluyen las tensiones entre los países del Norte, que quieren profundizar mecanismos de libre comercio con agendas nuevas como la de comercio electrónico y propiedad intelectual y, por el otro lado, los del Sur global, que intentan avanzar en acceso a mercados agrícolas, principalmente en Estados Unidos y en la Unión Europea, sin que nunca se llegue a un acuerdo", detalló Treacy.
De este modo, la OMC se encuentra en crisis desde hace años, lo cual se refleja en la imposibilidad de cerrar la Ronda de Doha.
TLC
"Como contracara de la crisis de la OMC, observamos un avance en los tratados de libre comercio (TLC) que son bilaterales y plurilaterales", dijo el economista.
Uno de esos intentos lo protagonizan el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea (UE), que llevan dos décadas intentando negociar un acuerdo comercial
Para Treacy, el avance de estos tratados "atenta contra los derechos de soberanía y la capacidad de los Estados de regular las condiciones en que se desenvuelven las empresas y el comercio, mientras se reducen los márgenes de acción para proponer políticas de desarrollo y para preservar el comercio doméstico, los datos personales, los alimentos y medicamentos".
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Sigue siendo clara la división entre la producción de bienes de valor agregado de los países del Norte, "mientras los del Sur son meros consumidores de productos tecnológicos y abastecedores de productos primarios, lo que reproduce condiciones de subdesarrollo", afirmó Treacy.
Veto a la participación
La Sociedad de Economía Crítica es una de las organizaciones no gubernamentales que vieron rechazada su acreditación en la OMC por decisión "unilateral" del Gobierno argentino de Mauricio Macri, pese a que el organismo intergubernamental había autorizado su participación en la conferencia.
Dos activistas internacionales fueron inclusive deportados, el presidente de la filial noruega de Attac (Asociación por la Tasación de las Transacciones financieras y por la Acción Ciudadana), Peter Titland, quien consiguió ser readmitido, y la periodista británica Sally Burch.
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Posteriormente, el Gobierno revocó su decisión en 18 de esos casos.
"Es persecución política y restricción del espacio democrático para impedir que la sociedad civil pueda obtener la información de los temas que se están discutiendo y volcar sus propios puntos de vista", criticó Treacy.
Las negociaciones que se llevan a cabo en esta reunión de la OMC tienen carácter secreto, observó.
En la XI Conferencia Ministerial, más de 4.000 delegados intervienen en la agenda de trabajo que se centra en siete ejes temáticos: subvenciones a la agricultura; retirada de subsidios a la pesca; regulaciones nacionales de servicios; comercio electrónico; micro, pequeñas y medianas empresas; comercio y desarrollo, y facilitación de inversiones.