El acuerdo tendrá tres aspectos, el político, el comercial y el de cooperación, según anticipó el diario Clarín. El capítulo comercial incluye bienes, servicios, propiedad intelectual, inversiones, compras públicas, pequeñas y medianas empresas (PyME), ambiente, trabajo y comercio. Se discutirán barreras técnicas, medidas sanitarias y fitosanitarias, inversiones, mecanismos de solución de controversias y propiedad intelectual.
El aspecto más conflictivo es el comercial. Tiene que ver con los niveles de protección en las distintas áreas. Para el Mercosur, lo más problemático es la industria manufacturera, mientras que para la UE, el principal problema es el sector agrícola, fuertemente subsidiado.
La industria automotriz sería la más afectada, porque tiene altos aranceles y un alto comercio dentro del Mercosur. También puede sufrir la industria láctea y alimentaria, que puede verse afectada por el ingreso de los productos europeos.
Según el diario La Nación 58% de las exportaciones de intra Mercosur enfrentan un riesgo alto de desvío comercial (explicado casi en la mitad por el comercio de autos y autopartes), 18% un riesgo medio y 28% un riesgo bajo.
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Si se firma un acuerdo, faltará un largo trecho para que entre en vigor. Tendrá que ser aprobado por el Consejo Ministerial de la UE, el Parlamento Europeo y los Congresos de todos los países intervinientes. La liberalización de todo el comercio podrá llevar hasta 15 años.