Rusia es uno de los países más nuevos en la OMC, ya que en 2017 se cumplieron apenas cinco años de su acceso. Sobre el balance de este ingreso para la economía rusa, el diputado Gavrílov señaló que todavía el país está "en un periodo de transición para adaptar las leyes y normas de aduanas y reforzar los sectores de la economía que van a tener mayor competencia en los mercados globales", en especial la industria.
El diputado destacó que el país "ha resistido bien" estas sanciones y expresó su deseo de que la UE baje las sanciones. "No hay razones para ellas, ya que Rusia no es parte del conflicto en el este de Ucrania y garantizó de manera totalmente legal la reunificación de Crimea que ahora es una zona que atrae capitales extranjeros".
"No es posible en el mundo actual la dominación de un país en el terreno económico o político, donde los intentos de dominación son una restauración del colonialismo. El intento de imponer sanciones hace retroceder al mundo 50 o 60 años", agregó.
Como ejemplo, el diputado mencionó la situación de Siria y Libia, "víctimas de la agresión extranjera" y el apoyo, directo o indirecto, de Estados Unidos a las oposiciones armadas y terroristas que llevó a la destrucción de la economía de esos países, a la miseria y el flujo de millones de inmigrantes a Europa.
Por eso, para Gavrílov, "la igualdad en el comercio mundial y el apoyo a los países en desarrollo es imposible sin fortalecer el derecho internacional y la igualdad".
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Gavrílov agradeció especialmente que "Argentina y Mercosur se negaran a aplicar sanciones contra Rusia" y dio mucha importancia al hecho de que Argentina y Rusia coincidan en la arena internacional en la lucha contra el terrorismo y en el "intento de resolver las crisis de manera pacífica, como en Ucrania y Siria".
Sobre la OMC, consideró que la participación en esta organización es más beneficiosa para los países más desarrollados y no tanto para los menos desarrollados porque "eliminar todas las barreras ahoga el desarrollo de la industria", ya que las transnacionales son más competitivas.
Recordó el ejemplo de Ucrania, donde el propósito del Gobierno de ese país de hacer un análisis de las consecuencias que la asociación con la UE podía tener en 2014 "llevó al golpe de Estado", como consecuencia de lo cual se eliminaron las barreras y el país se encuentra en una grave depresión, con 10 millones de emigrantes y una parálisis económica e industrial. "La UE no ayudó en nada", sentenció.
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Por eso los Gobiernos deben "poner los intereses de su pueblo en primer lugar. Yo no soy partidario de un fuerte proteccionismo, hay que bajar las barreras aduaneras pero esto no puede llevar a la destrucción de las economías que lleva al desempleo, a la miseria, a la agudización de los conflictos y al terrorismo. El futuro del comercio mundial debe tener en cuenta la igualdad, las especificidades de cada país y no la destrucción de las economías en nombre de los intereses de las transnacionales", concluyó.