Según el medio, un frasco con 100 pastillas de Niacor, una versión con receta médica de la niacina —vitamina B3—, pasó de 32,46 dólares a 295 dólares una vez que Avondale se hizo con las patentes para su venta.
La elección se debe a que Niacor es la versión aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA), agencia responsable de la regulación de los fármacos en el país norteamericano, para el tratamiento del colesterol.
Avondale Pharmaceuticals subió el precio del Niacor poco después de adquirir los derechos de ese medicamento de la compañía Upsher Smith, de quien compró también otro fármaco, el medicamento para el sistema respiratorio conocido como SSKI.
El precio del SSKI aumentó en un 2.469%: una botella de 30ml pasó a costar 295 dólares, mientras que antes de la adquisición costaba solo 11,48 dólares.
La estrategia de adquirir un medicamento que tiene poca o ninguna competencia en el mercado y aumentar drásticamente su precio representa un intento deliberado de beneficiarse de las ineficiencias del mercado de la salud de EEUU, donde el costo de los medicamentos no está controlado por el Gobierno, consideró FT.
"Este es el último ejemplo de un mercado estadounidense ineficiente, donde el consumidor y el médico no tienen toda la información disponible para tomar una decisión financieramente razonable", dijo Michael Rea, director ejecutivo de Rx Savings, empresa que desarrolló un programa para ayudar a las personas a economizar en gastos de medicamentos.
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