"¿Cómo enfrentar el desafío de avanzar hacia el desarrollo en medio de la profunda crisis económica, social, política y ambiental que sufre este hemisferio y el mundo?", indagó el mandatario ante el primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, y el de Granada, Keith Mitchell.
Según Castro, los países caribeños deben estrechar nexos para demandar una actuación justa de las potencias industrializadas con el objetivo de mitigar y adaptar los efectos del cambio climático, en particular con recursos financieros y transferencia de tecnología.
También advirtió que se registra un incremento de los peligros para la supervivencia de la especie humana, mientras la paz y la seguridad internacionales se ven amenazadas por la aplicación de conceptos no aceptados universalmente como "intervención humanitaria" y la supuesta "responsabilidad de proteger", criterios que en realidad encubren acciones que atentan contra la soberanía de los pueblos.
En referencia a tales situaciones, Castro exhortó a defender el Derecho Internacional y la vigencia plena de los preceptos consagrados en la Carta de las Naciones Unidas.
Durante el discurso ante gobernantes de los 14 países de la Caricom, el estadista reafirmó la voluntad de Cuba de promover e impulsar las relaciones con las naciones vecinas en diversas esferas.
También reafirmó que la mayor de las Antillas continuará recibiendo estudiantes caribeños en sus universidades, en las que ya se formaron 5.640 jóvenes, mientras que actualmente cursan carreras en ellas 695, indicó.
Asimismo evocó como "parte de la contribución de Cuba al desarrollo de los pueblos caribeños" a los 1.762 colaboradores de la isla presentes en todos los países de la Caricom, de los que 1.469 corresponden al sector de la salud.
Al abordar indicadores cuantitativos, comentó que entre 2014 y 2016 el intercambio mercantil bilateral creció en 70 puntos porcentuales, lo cual se corresponde con el propósito de avanzar en el desarrollo del comercio y las inversiones.
"Acogemos con beneplácito la implementación en enero de 2018 del Segundo Protocolo al Acuerdo de Comercio y Cooperación bilateral, documento que amplía las preferencias arancelarias otorgadas por Cuba y que facilita el acceso a nuestros mercados", aseguró el mandatario.
Castro rechazó en forma absoluta prácticas de algunas potencias que frenan el desarrollo económico a través de la inclusión en listas "espurias y unilaterales, y la singularización en peligrosos empeños supranacionales supuestamente para el enfrentamiento a la corrupción".
"Tenemos también el deber impostergable con nuestros pueblos de avanzar con pasos cada vez más sólidos hacia la integración política, económica y social de América Latina y el Caribe", agregó el jefe de Estado cubano.
Asimismo elogió y calificó de "exitosa" la participación de todos los miembros de la Caricom y Cuba en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), y en la Asociación de Estados del Caribe, así como la pertinencia de algunas de estas islas a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
Castro también comentó que todas estas estructuras han fortalecido la integración regional, la cual, a su juicio, "debemos continuar impulsando", al tiempo que reconoció que la participación en Petrocaribe ha representado una garantía y una contribución significativa al desarrollo de los países de la región.
Subrayó al respecto que sobre esa base no se puede permitir que Venezuela, nación latinoamericana y caribeña, sea víctima de "acciones continuas que persiguen la destrucción de su orden constitucional".
El presidente reafirmó en sus palabras la permanente solidaridad y el apoyo al pueblo venezolano, al que calificó de heroico, "a su unión cívico-militar, al Gobierno bolivariano y chavista, encabezado por el presidente Nicolás Maduro Moros".
Al referirse al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos, Castro agradeció "profundamente a nuestros hermanos caribeños" por su inalterable respeto y solidaridad hacia la mayor de las Antillas, y sostuvo que su país nunca olvidará el permanente respaldo a las resoluciones contra esas represalias, al igual que numerosas expresiones de solidaridad.
El mandatario destacó que ese apoyo cobra mayor relevancia en el contexto del retroceso que implican las medidas contra Cuba del actual Gobierno estadounidense, y recalcó que el bloqueo constituye el mayor obstáculo para el desarrollo económico y social de la isla y sus nexos con el resto de los actores internacionales.