Los inusuales guardianes del Kremlin

Lo primero que llama la atención de cualquier turista en Moscú es el deslumbrante resplandor de las cúpulas del Kremlin. ¿Cómo se consigue mantener su prístina grandeza? Pues, no se trata solo de un trabajo esmerado de los restauradores, sino del de aves interceptoras especialmente entrenadas para proteger las doradas cúpulas de las catedrales del Kremlin.

Resulta que el principal enemigo del precioso brillo áureo no es el duro clima ni la bruma industrial de la ciudad, sino unos corrientes cuervos.
En la foto: un halcón del servicio ornitológico de la Oficina de la Comandancia del Kremlin de Moscú.

Los ornitólogos afirman que los cuervos de Moscú usan las cúpulas doradas de las catedrales como una especie de atracción: montan en ellas como en un tobogán arrancándoles el dorado con sus garras.
En la foto: un búho del servicio ornitológico de la Oficina de la Comandancia del Kremlin de Moscú.

Después de una larga guerra contra los vándalos emplumados, se encontró una solución: se creó el servicio especial ornitológico del Kremlin. Hoy, junto con los soldados del regimiento del Kremlin, los pájaros están oficialmente incluidos en la lista del personal.

Una caza es suficiente para que los cuervos eviten acercarse al Kremlin durante una semana.

Un militar del servicio ornitológico de la Oficina de la Comandancia del Kremlin de Moscú con un búho.

Cazar con pájaros no es barato. El periodo de servicio de un alcotán o un halcón no es de más de dos años. Mientras que el precio de un pájaro de este tipo en el mercado internacional varía de 10.000 a 150.000 dólares.

Un militar del servicio ornitológico de la Oficina de la Comandancia del Kremlin de Moscú con un búho.

Según los empleados del Kremlin, los pájaros capaces de proteger la residencia del presidente de Rusia cuestan no menos de 20.000 dólares.

Un militar del servicio ornitológico de la Oficina de la Comandancia del Kremlin de Moscú con un halcón.

Un militar del servicio ornitológico de la Oficina de la Comandancia del Kremlin de Moscú con un búho.

Sin embargo, los expertos opinan que otros métodos para limpiar el territorio y los monumentos, así como para restaurar las cúpulas doradas de las iglesias del Kremlin requerirían mucho más dinero.