"Esta decisión condenable y reprochable afecta los sentimientos de cientos de millones de árabes y musulmanes", dice la declaración de Sistani.
El ayatolá insistió en que "la tierra ocupada debe volver a estar bajo la soberanía de sus dueños palestinos".
El 6 de diciembre Trump anunció su decisión oficial de reconocer Jerusalén como capital de Israel y reubicar allí de Tel Aviv su embajada.
La medida provocó rechazo de la comunidad internacional, y el movimiento palestino Hamás exhortó a iniciar una nueva intifada contra Israel para hacer frente a la política de EEUU.
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Israel considera que Jerusalén, incluidos los barrios orientales que reclaman los palestinos, es su capital "única e indivisible".
Por el momento, todas las embajadas extranjeras se encuentran en la ciudad de Tel Aviv, para evitar tomar parte en la disputa entre israelíes y palestinos.
Rusia y la ONU han llamado reiteradamente a una solución exclusivamente pacífica del conflicto palestino-israelí rechazando todo tipo de violencia e incitación a la misma.