Según dijo el diplomático a la emisora BBC, justo en el momento cuando la región necesita del reinicio de las negociaciones, el líder estadounidense impulsa un nuevo episodio de caos y anarquía.
"Está declarando la guerra en Oriente Próximo, está declarando la guerra a 1.500 millones de musulmanes, a cientos de millones de cristianos que no prevén reconocer el hecho de que los santuarios pasarán al control total de Israel", declaró Hassassian.
Israel considera a Jerusalén como su capital "única e indivisible" incluidas sus zonas orientales y el centro histórico reconquistados hace medio siglo de Jordania.
La comunidad internacional no reconoce esta anexión y ve el asunto como uno de los problemas principales del conflicto en el Medio Oriente que debería resolverse a través de un acuerdo con los palestinos que reclaman la parte oriental de Jerusalén.
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Por su parte, una serie de países de Oriente Próximo, incluida Palestina, afirmaron que el reconocimiento de Jerusalén agudizará el conflicto arabo-israelí y provocará la desestabilización en la región.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, amenazó con romper las relaciones diplomáticas con Israel.