Para el experto, exdiputado nacional de Argentina por el partido Unidad Popular, la Organización Mundial de Comercio (OMC) "es portavoz de la promoción de políticas neoliberales", que detrás del argumento de eliminar barreras al intercambio entre los países "en la práctica pretenden desmontar todo tipo de derechos de los trabajadores y de los sectores populares" para abaratar costos y "maximizar la rentabilidad de las empresas".
"Esto es lo que caracteriza a la OMC, sobre todo la promoción de tratados de libre comercio, que en la práctica no son tales porque ese concepto desapareció en el mundo hace rato: hoy hay un comercio administrado entre transnacionales y al interior de las propias transnacionales que concentran el 80% del comercio mundial", dijo el experto.
El economista recordó que la administración de Donald Trump en EEUU, un tradicional defensor del libre cambio, lleva adelante políticas proteccionistas, mientras que China se ha erigido en una posición de liderazgo en el comercio mundial.
Argentina, ¿una inserción en el mundo?
Para Lozano, estas políticas enmarcadas en la 'vuelta al mundo' de la actual administración despojan al país y a la región de una "estrategia" para alcanzar "mayor igualdad y mejor desarrollo".
Además de la Conferencia Ministerial —la principal instancia de gobierno de la OMC—, en 2018 Argentina será sede de la cumbre del G20, el conjunto de las 20 naciones más industrializadas del mundo.
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"Lo único esperable de esta reunión de la OMC y la presencia del G20 es que los próximos meses se termine de cerrar el acuerdo Mercosur-Unión Europea, un acuerdo muy complejo. Nuestro país ya tiene un fuerte déficit comercial con los países europeos y ciertamente vería afectados sectores industriales completos por esa vía, que en alguna medida se parece mucho a lo que que en su momento fue el ALCA", dijo el experto.
"Terminaríamos acordando permitiendo la destrucción de sectores industriales, elevando el déficit comercial y abriendo las políticas de nuestro Estado a proveedores extranjeros sin que nos hayan abierto los mercados a nosotros", reforzó el analista.
Una cumbre bajo el fantasma de la represión
En los últimos días, la organización argentina de la cumbre de la OMC ha levantado polémicas. El Gobierno revocó la acreditación a un centenar de participantes de más de 40 organizaciones no gubernamentales de varios países por presuntas amenazas a la seguridad.
Un comunicado de la Cancillería argentina justificó la medida por informaciones de que los implicados "habían hecho explícitos llamamientos a manifestaciones de violencia a través de las redes sociales, expresando su vocación de generar esquemas de intimidación y caos".
El hecho fue denunciado no solo por entidades de la sociedad civil, sino también por autoridades internacionales, como la comisionada de Comercio de la Unión Europea, Cecilia Malmstrom.
"El Gobierno está generando un papelón, porque por primera vez dentro de las reuniones de la OMC se impide el ingreso de un conjunto de representantes de la sociedad civil de distintos países", dijo Lozano.
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De acuerdo con las declaraciones de funcionarios, el Estado actuó contra la Resistencia Ancestral Mapuche, un grupo violento al que adjudicaban vínculos con rebeldes kurdos. El experto calificó este tipo de argumentos como "tonterías que inventaron para justificar la represión salvaje".
"Están francamente inventando lo que no existe, del mismo modo que lo hicieron con el caso de los mapuches para llevar adelante la represión que ejercieron", concluyó.