El Gobierno estimó "que la globalización continuaba y que debíamos abrirnos en estos momentos, lo cual es un poco suicida", dijo el historiador y economista Mario Rapoport.
En su opinión, en la actual administración hay un desconocimiento grande de lo que pasa en el mundo y de sus cambios.
"Las viejas inclinaciones de Argentina hacia una triangulación con Estados Unidos y Europa deberían estar superadas", observó.
La sintonía de Macri, investido presidente el 10 de diciembre de 2015, con su par de EEUU, Barack Obama, acompañó un aumento del intercambio con ese país, tercer socio comercial de Argentina, detrás de Brasil y China, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.
El Gobierno de Macri partió de una hipótesis equivocada al inclinarse "apresuradamente" por el triunfo de Hillary Clinton en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, sostuvo Rapoport.
Con ese apoyo, se "apostaba por tratados internacionales como el Transpacífico (TTP) y el Trasatlántico (TTIP), que excluían respectivamente a China y a Rusia", indicó el autor del libro Historia Oral de la Política Exterior Argentina (1966-2016).
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Pero el presidente electo estadounidense Donald Trump ha renegado de esos acuerdos, dispuesto a priorizar pactos bilaterales que su país ya tuvo en la década del 30, pero que fracasaron.
"Existen fuertes diferencias en cuanto a competitividad que hacen difícil que Argentina pueda entrar en mercados norteamericanos, ante el proteccionismo vigente en modo de subvenciones en el sector agrícola", dijo Rapoport, economista y director del Instituto de Estudios Históricos, Económicos, Sociales e Internacionales de la Universidad de Buenos Aires.
Después de 10 años de ausencia, el Fondo Monetario Internacional (FMI) regresó a Argentina para auditar sus cuentas nacionales.
El pago de deuda no reestructurada a los fondos buitre fue otra de las estrategias del Gobierno para acceder al crédito internacional.
Así, lo que empieza por geopolítica termina por comercio, que es el objetivo final, consideró el experto.
Espalda a la región
La administración de Macri debería "replantearse muchas cosas, volver a reconocer como un lugar de identidad la región latinoamericana", añadió el historiador en alusión al Mercosur.
Las exportaciones argentinas entre enero y octubre de 2016 llegaron a los 48.314 millones de dólares, un 2,1% menos que durante el mismo período de 2015.
Las importaciones, por valor de 46.362 millones de dólares, disminuyeron a su vez un 8,2%.
Este país mantiene un déficit comercial de 2.494 millones de dólares con el principal bloque al que pertenece, el Mercosur (Mercado Común del Sur), y que integran Brasil, Paraguay, Uruguay y hasta ahora Venezuela.
El primer segmento disminuyó un 19% entre 2015 y 2016, y el segundo aumentó un 3,2%.
El papel de Argentina en el bloque cobrará más protagonismo después de que asuma a mediados de este mes su presidencia temporal tras la suspensión de Venezuela como miembro pleno.
Primero Brasil
Sin embargo, el punto fundamental de la política exterior del Gobierno es mantener y profundizar la alianza estratégica con Brasil, como ha sucedido en los últimos 15 años, indicó a esta agencia el analista internacional Jorge Castro.
"El primer viaje al exterior de Macri tras ser elegido presidente fue a Brasil, aunque la entonces mandataria Dilma Rousseff fuera de signo ideológico contrario", recordó Castro, presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico.
Se trata más bien de "un posicionamiento geopolítico de distintos países de América Latina entre los cuales no hay vínculos de carácter comercial", indicó.
Cuidar a China y a Rusia
En el vínculo con China se aprecia una continuidad entre el Gobierno actual y la administración de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), a juicio del especialista.
"Ambos le otorgan prioridad estratégica, y esto tiene que ver con el hecho de que China es la principal compradora de las exportaciones agropecuarias y la principal inversora extranjera directa en el país", comentó.
En correspondencia con un recíproco interés, lo mismo se puede decir de Rusia, que en 2017 abrirá en esta nación sudamericana su primer Centro de Exportación en América Latina.
Antes y después de ese encuentro, varios ministros argentinos viajaron a Moscú para reforzar el intercambio comercial, se han celebrado encuentros empresariales entre los dos países y Buenos Aires ha dado además los primeros pasos hacia una colaboración con Rusia en el desarrollo de su energía nuclear.
Pero el mayor superávit comercial de Argentina en lo que va del año, por 3.008 millones de dólares, es con los países del Magreb y con Egipto, en donde las ventas de este país sudamericano aumentaron 30%.
En virtud de esta reinserción en el mundo, una veintena de jefes de Estado visitaron Argentina este año, resaltó hace unos días la ministra de Exteriores, Susana Malcorra.