"Por supuesto que vamos a hacer la denuncia ante la Comisión de Verificación [que integra la ONU], tal y como lo hemos venido haciendo", dijo Negret en diálogo con la emisora local Caracol Radio.

Negret explico que la masacre se produjo porque "un grupo del ELN llegó a la vereda [aldea] Pueblo Nuevo a tratar de tomar las armas de la resistencia campesina y allí ocurrió un enfrentamiento".
El ombudsman agregó que "como [los campesinos] no se dejaron quitar las armas", dos hermanos de la comunidad "empezaron a disparar, sin ningún sentido, y por eso ocurrieron estos hechos".
Los hechos se produjeron el lunes 27 de noviembre alrededor de las 17.30 hora local (22.30 GMT), pero sólo hasta el lunes de esta semana la Procuraduría y la Alcaldía del municipio de Magüi Payán, jurisdicción de la que hace parte Pueblo Nuevo, corroboraron la información de manera oficial a través de un comunicado.
Ambos organismos indicaron el lunes que en el hecho no sólo murieron disidentes y guerrilleros, sino también varios pobladores que jugaban un partido de fútbol y celebraban una fiesta tradicional del municipio.
"Dentro de las personas fallecidas e identificadas hasta el momento por la comunidad se encuentra Edison Marcial Ortiz, representante legal del Consejo Comunitario Manos Amigas", precisó el comunicado.

Según los denunciantes, más de 18 familias han abandonado la región tras presentarse la masacre, lo que configura un nuevo desplazamiento masivo.
En la zona no hay presencia del Estado y sí de organizaciones criminales que buscan hacerse con el control de la minería ilegal y de las rutas de narcotráfico, debido a la amplia presencia de cultivos ilícitos que se registra.