Los proyectiles fueron lanzados contra los blancos, que imitaban aviones modernos, así como contra misiles de crucero, bombas y vehículos aéreos no tripulados. Además, se repelió el ataque de un grupo aéreo. Los cohetes volaron a una altitud de entre 15 metros y 10 kilómetros y a una distancia de entre tres y 12 kilómetros.
El Tor-M2 está destinado a defender instalaciones civiles y militares de ataques con aviones, helicópteros, misiles de crucero y drones. El sistema antiaéreo es capaz de detectar simultáneamente hasta 40 blancos y abatir cuatro a la vez. El arma fue desarrollada específicamente para interceptar blancos de pequeñas dimensiones y de trayectoria variable, lo que lo hace superior a los sistemas extranjeros similares.