El analista destaca que ambos objetivos se enfrentan a importantes problemas y se pregunta, ¿qué pasaría si Kim Jong-un fuera asesinado?
¿Una guerra a gran escala?
Uno de los Estados más cerrados del mundo, Corea del Norte, oculta con celo al mundo su organigrama militar y las fidelidades de su clase dirigente.
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¿Una guerra civil?
Se cree que el líder norcoreano gobierna su país con mano de hierro. La posible desaparición de Kim Jong-un y su entorno más cercano podría provocar una lucha de poder entre lo que quedara del Estado norcoreano. Aunque este escenario parece ser menos aterrador que el de una guerra total con su vecino del sur, una guerra civil norcoreana podría provocar el caos en la península y un importante flujo de refugiados hacia China y la misma Corea del Sur.
¿El colapso del Estado?
Según este escenario, el país norcoreano se sumiría en el caos con unas consecuencias similares a las de la guerra civil. Otra amenaza sería la posible intervención de China —por una parte— y de Corea del Sur y EEUU, por la otra. Los intentos por controlar la situación podrían desembocar en un enfrentamiento entre las dos potencias nucleares.
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Pero esta no es la única amenaza. Tras evitar el potencial conflicto nuclear, en Corea del Norte podría surgir un movimiento de insurgencia que, tal y como demuestra la experiencia en Irak y Afganistán, sería complicado de aplastar por parte de EEUU.
¿La reunificación?
"Los ingresos per cápita en Corea del Norte son menos del 5% que en el vecino del sur. (…) Para poder equipararse con Seúl desde el punto de vista de los estándares de vida, Pyongyang necesitaría más recursos de los que precisó la Alemania Oriental", según Peter M. Beck, citado por The National Interest.
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El columnista admite, no obstante, que el coste de la reunificación podría resultar menor. Además, la nueva Corea podría tener acceso a inversiones extranjeras directas, especialmente teniendo en cuenta los recursos minerales de Corea del Norte. Sin embargo, a corto plazo, el proceso de reunificación resultaría excesivamente costoso, concluye Keck.