En los ejercicios, de cinco días, participarán unas 12.000 personas y unos 230 aviones, incluidos seis cazas furtivos F-22 que EEUU despliega por primera vez de manera simultánea en la península.
El Ministerio de Defensa de Corea del Sur anunció que los simulacros mostrarán la capacidad de Seúl y Washington de responder a las "provocaciones" de Corea del Norte.
Pyongyang disparó el 29 de noviembre un nuevo misil balístico intercontinental (ICBM), bautizado Hwasong-15, que según indicó, es capaz de portar una cabeza nuclear de gran tamaño y alcanzar "todo el territorio de Estados Unidos".
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El misil voló 950 kilómetros y alcanzó una altura de 4.475 kilómetros, lo que implica un nuevo avance en el programa de armas nucleares del régimen norcoreano.
A principios de julio pasado, Rusia y China se pronunciaron por declarar una moratoria simultánea sobre el programa norcoreano de misiles y armas nucleares y los ejercicios conjuntos a gran escala de EEUU y Corea del Sur, así como avanzar hacia la desnuclearización de la península de Corea.
Washington hizo caso omiso a la propuesta y tampoco la apoyó Pyongyang.
El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, lamentó el 30 de noviembre que Estados Unidos provoque a Corea de Norte con ejercicios militares extraordinarios.