El general retirado de las Fuerzas Aéreas de Francia, Jean-Vincent Brisset, estimó en una entrevista con Sputnik que el proceso de creación del nuevo aparato se puede extender entre 17 y 18 años.
"Es necesario que Airbus coopere con Dassault. Ambas empresas actualmente compiten entre sí", dijo Brisset.
De acuerdo con el experto, la cooperación entre los dos competidores puede suponer la primera experiencia en este sentido. Anteriormente, la empresa Dassault se ocupaba de desarrollar los aviones Rafale a pesar de que Europa y sus empresas aeronáuticas acabaron apostando por el proyecto conjunto del Eurofighter.
Sin embargo, Jean-Vincent Brisset considera que cuando el nuevo avión franco-alemán esté listo, no podrá competir con los F-35 estadounidenses.
"Es evidente que esta propuesta tiene como objetivo contener la expansión del F-35, que amenaza a Dassault y los cazas producidos por Airbus", opina Jean-Vincent Brisset. Además, el general destacó que las organizaciones involucradas en la construcción de la nueva aeronave deben evitar caer en el egoísmo, tal y como ocurrió durante la creación del Airbus A400M.
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"[En aquel momento] para satisfacer las necesidades de varios países sus diseñadores trataron de incluir todas las tecnologías en el diseño del avión. Como resultado, obtuvieron una aeronave más pesada y demasiado compleja", recalcó.