"Mi declaración de culpabilidad y mi disposición a cooperar con la Oficina del Consejero Especial reflejan una decisión que tomé en mi beneficio, el de mi familia y el de nuestro país", señaló en el texto.
Flynn reconoció haberle mentido a agentes del FBI sobre sus conversaciones con el embajador ruso, Serguéi Kislyak.
"Después de más de 33 años de servicio militar a nuestro país, incluyendo casi cinco años en combate lejos de mi familia, y luego mi decisión de continuar sirviendo a EEUU, ha sido extremadamente doloroso sobrellevar estos varios meses de falsas acusaciones de traición y de otros actos indignantes", señaló en un comunicado.
A su vez, Ty Cobb, abogado de la Casa Blanca, aseguró en un comunicado que declaración de culpabilidad de Michael Flynn no implica a nadie más que a él mismo.
"Nada sobre la declaración de culpabilidad o sobre la acusación implica a nadie más que al señor Flynn", señaló en el texto.
Cobb señaló que las falsas declaraciones hechas al FBI por Flynn son iguales a las que hizo a funcionarios de la Casa Blanca, lo que derivó en su salida del cargo a inicios de este año.
El 13 de febrero, Flynn presentó su renuncia al reconocer que no había proporcionado a la Casa Blanca información exhaustiva sobre el contenido de varias conversaciones telefónicas que mantuvo a finales de 2016 con el embajador Kislyak.
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El diario The Washington Post reportó previamente que Flynn había tratado con el diplomático ruso el tema de las sanciones impuestas a Moscú por su supuesta injerencia en el proceso electoral de EEUU.
La existencia de los presuntos lazos entre Trump y Rusia, de los que no se han presentado prueba alguna, fue desmentida en repetidas ocasiones tanto por el Kremlin como por la Casa Blanca.
Kislyak, quien ocupó el cargo de embajador ruso en Washington desde 2008 concluyó su misión diplomática el 22 de julio pasado.