El fenómeno del narcotráfico se intensificó por dos razones: la primera es que "hace años se cierra la ruta del comercio de droga del Caribe", dijo en entrevista con el noticiario Imagen.
La segunda razón —prosiguió— es "el acceso a las armas desde EEUU, entre bandas delincuenciales que se disputaban rutas de acceso, en el norte del país y Guerrero" en el sur, con costas al Pacífico.
Esos dos factores "han cambiado los mapas de violencia, que se van hacia el sur [de México], con incrementos en estados como Colima, Baja California Norte".
La inseguridad es resultado de esa "mala combinación", resumió el aspirante presidencial.
Eludiendo su condición de alto funcionario federal durante la última década, Meade dijo que el problema es que la violencia del crimen organizado —que han dejado más de 100.000 personas muertas en una década de guerra contra las drogas-, "no se han enfrentado correctamente, por el marco institucional que hemos construido".
Deslinde de la corrupción y el populismo
La corrupción y la inseguridad exigen que "seamos capaces de asegurar techo, educación, seguridad, alimentación, leyes y justicia" planteó.
Sobre sus 20 años de servicio público, sin afiliarse a partidos políticos, atajó: "He coincidido con muchos personajes de la vida pública y siempre me ha distinguido honorabilidad; por eso veo con tristeza cuando uno de ellos incumple la confianza del ciudadano".
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Finalmente, dijo que el puntero en los sondeos, Andrés Manuel López Obrador, que por tercera vez buscará la presidencia luego de ser candidato de centroizquierda en 2006 y 2012, es un ejemplo de "populismo".
"Un ejemplo que caracteriza a un régimen populista es que las decisiones las toma un solo hombre, que se convierte en caudillo y busca que sus decisiones no sean cuestionadas", respondió, aludiendo al virtual adversario del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena, izquierda).
Meade renunció el 27 de noviembre al cargo de secretario de Finanzas para anunciar su decisión de buscar la presidencia con el aplauso generalizado de los otros aspirantes en el gabinete del presidente Enrique Peña Nieto y los gremios oficialistas, en un revival de los estilos del PRI del siglo XX.
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El aspirante oficialista, doctorado en la Universidad de Yale, ha sido alto funcionario federal de los dos últimos gabinetes presidenciales, de Enrique Peña Nieto (2012-2018) y Felipe Calderón (2006-2012).