Moro no especificó la naturaleza de esos ataques, pero subrayó que está "absolutamente tranquilo" sobre su trabajo y que no se incomoda con las mentiras que difunden sobre él, según dijo en un seminario promovido por la revista "Veja".
Buena parte de la izquierda brasileña le acusa de falta de imparcialidad y especial ensañamiento con el exmandatario, por haberle condenado sin pruebas firmes.
Sobre la condena de Lula, Moro aseguró confiar en el criterio de los jueces del Tribunal Regional Federal de la 4ª Región, a quienes calificó de "serios, técnicos y competentes".
El juez Moro también lamentó que en Brasil haya una "corrupción sistémica", pero al mismo tiempo se felicitó de que la operación Lava Jato haya acabado con el clima reinante de impunidad.
También reiteró que no dará el salto a la política presentándose como candidato en las elecciones de 2018, un rumor presente desde hace muchos meses y que siempre ha desmentido.