Mnangagwa "aseguró a la familia de Mugabe no solo su propia seguridad y bienestar, sino el mantenimiento de la ley y el orden en todo el país", declaró el portavoz del presidente dimitido, George Charamba, citado por el diario.
El exvicepresidente se fue del país después de que Mugabe le retirara del Gobierno y del partido con la presunta intención de colocar en su lugar a su esposa, Grace.
Aquella medida detonó una crisis en la cúpula del partido gobernante y empujó a los militares a intervenir para evitar el deterioro de la situación.
A partir del pasado 15 de noviembre Mugabe fue puesto bajo arresto domiciliario.
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El 21 de noviembre en el Parlamento comenzaron los debates sobre el proceso de destitución, pero fueron suspendidos por el anuncio de dimisión de Mugabe, quien hasta aquel entonces fue el mandatario más longevo del mundo, de 93 años, de los cuales estuvo 37 gobernando Zimbabue.