"Los nacionalismos separatistas no triunfan mientras no consigan un reconocimiento internacional", afirma tajante el analista.
En ese sentido enmarca lo sucedido en Cataluña, donde el Parlamento regional adoptó el 27 de octubre una resolución por la que se proclamaba la república, pero el Gobierno no llegó a poner en marcha un proceso constituyente para implementarla.
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En el ámbito interior, uno de los factores que explican la no implementación de la república catalana fue la respuesta del Gobierno de Mariano Rajoy, que procedió desde Madrid al cese del Gobierno de Cataluña y a la disolución de su Parlamento.
Sin embargo, otro factor que puede explicar la decisión del Gobierno catalán de no adoptar medidas ejecutivas para implementar la independencia proclamada puede ser la falta de apoyos en la esfera internacional.
"Sin reconocimiento, las decisiones que se puedan tomar no tienen ninguna consecuencia. Carecen de valor y son estériles", relata Baños.
En su opinión, uno de los factores determinantes a la hora de entender la falta de apoyos internacionales al independentismo catalán puede encontrarse en el miedo a un efecto contagio en otros países.
"Hay que pensar que, hoy en día, hay una cierta preocupación a que se empiecen a desmoronar países y a que se produzca una evolución en cascada que no se sabe muy bien en qué podría desembocar", apunta este analista en asuntos internacionales.
Aunque los partidos independentistas no reconocen la legitimidad de la convocatoria, todos ellos anunciaron su intención de participar en los comicios.
De acuerdo con las encuestas publicadas hasta el momento, la suma de fuerzas políticas del movimiento independentista podría volver a conseguir la mayoría parlamentaria por un estrecho margen, lo que deja un escenario incierto en que las negociaciones postelectorales serán determinantes.