"Me preocupa el auge del nacionalismo, del populismo, del extremismo y que se esté perdiendo la tolerancia en nuestras sociedades", dijo el gobernante europeo, que exhortó a los legisladores mexicanos a unirse.
El mandatario eslovaco señaló que la alternativa es "construir un mundo de amistad, respeto mutuo y comprensión, de democracia y de libertad".
El gobernante recordó, en ese marco, que su país ofreció ayuda financiera como muestra de amistad hacia el pueblo de México.
Kiska expresó su pesar por la pérdida de vidas por los terremotos que sufrió el país latinoamericano en septiembre, y manifestó su admiración por la manera en que los damnificados y la sociedad hicieron frente a esta adversidad, "mostrando solidaridad y humanidad en tiempos difíciles".
Kiska indicó además que en el mundo actual, ningún país puede afrontar solo los retos globales, "sea el cambio climático, el calentamiento global, la migración, el terrorismo (o) el desarrollo económico", enumeró.
En cuanto a la gran distancia geográfica entre el país europeo y el anfitrión latinoamericano, señaló que "no puede ser obstáculo para aprovechar todo el potencial" bilateral.
El presidente eslovaco apoyó a su homólogo mexicano Enrique Peña Nieto en las negociaciones entre la Unión Europea y México para la actualización del Acuerdo Global bilateral, vigente desde el año 2000.
Desde 2016, esa nación europea es Estado Observador de la Alianza del Pacífico que integran México, Colombia, Perú y Chile.
El comercio bilateral aumentó a partir del año 2000, de apenas 27 millones de dólares a 316 millones de dólares en 2016, según datos oficiales.