El museo fue creado en 2002 en la ciudad de Lambayeque, en el norte de Perú, para albergar el importante descubrimiento hecho en 1987 por Alva y su colega Luis Chero Zurita: la tumba del Señor de Sipán, un gobernante de la preincaica cultura mochica.
"Yo creo que (una exposición en Rusia) podría hacerse en algún momento, pero no podemos traer todo porque el museo tiene que seguir funcionando, entonces quizás podamos traer algunas piezas representativas y también reproducciones para complementar la exposición", dijo Alva.
El científico precisó que todavía no ha mantenido ninguna conversación con los museos rusos al respeto pero cree que "en el futuro se podría pensar en esto".
Alva agregó que además "sería interesante" abrir un programa de cooperación científica con Rusia.
"Rusia ha tenido investigadores muy importantes en América (…) creo que sería una magnífica oportunidad", puntualizó.
Entre los científicos rusos que se dedicaron al estudio de las civilizaciones precolombinas destaca Yuri Knórozov (1922-1999), quien tuvo un papel clave en el desciframiento de la escritura maya.
Hallazgo que arrojó luz sobre la cultura mochica
Alva sostuvo que el descubrimiento de la tumba del Señor de Sipán hace 30 años marcó un hito importante para la arqueología peruana y americana porque era la primera vez que se podía descubrir científicamente la tumba intacta de un gobernante en la cultura del antiguo Perú.
La información que se obtuvo gracias a esa tumba, continuó, permitió "un avance significativo en la reconstrucción de la estructura social y política; del pensamiento religioso" del pueblo mochica, así como "del avance de su tecnología en el campo de los metales y la orfebrería".
De acuerdo con el arqueólogo, su descubrimiento "cambió mucho el concepto de cómo era esta sociedad altamente organizada" y "reactivó el interés por la cultura mochica que hasta ese entonces no estaba muy importante".
"Han surgido ya otros proyectos en la misma región; y hoy hay casi toda una especialización entre los arqueólogos peruanos un poco más jóvenes que yo", añadió.
Agricultores y metalurgistas avanzados
El científico explicó que, a diferencia del los incas que "fueron uno de los grandes imperios de la antigüedad", los moches fueron una cultura regional, "una especie de pequeñas ciudades Estado que compartieron una cultura común".
Cada valle mochica era un señorío, prosiguió, "por eso le llamamos 'el Señor de Sipán', una especie de señor feudal de su tiempo que compartía una cultura común con otros señores de cada valle".
Alva enfatizó el realismo, la expresividad y "mucho movimiento" que caracterizan el arte mochica y en particular su cerámica.
"Los vasos mochicas son de un derroche de realismo, pueden compararse un poco con los griegos, o sea imágenes clásicas muy realistas", apuntó.
Indicó al mismo tiempo que hasta el momento no se ha podido identificar que los moches hayan tenido escritura.
"Hay teorías de que puede haber unos signos en unos pallares marcados, pero no se han probado", precisó el arqueólogo.