"Todo el mundo debe sumarse a los esfuerzos para restaurar los monumentos de Palmira, ahora presentamos y entregamos a nuestros socios sirios los materiales elaborados por nuestros especialistas, el mejor modelo 3D de la arquitectura y el paisaje de Palmira", dijo el director del Museo del Hermitage, Mijaíl Piotrovski, durante la ceremonia.
El acta de entrega de la copia del modelo de Palmira fue suscrito por Piotrovski, la subdirectora del Instituto que elaboró el modelo, Natalia Soloviova, y el embajador sirio en Rusia, Riad Haddad. Este último destacó el apoyo que Rusia presta a Siria en el ámbito cultural, también con "un proyecto de tanta importancia para contribuir a la restauración de la histórica ciudad" de Palmira.
"Ahora podemos comenzar la labor práctica para restaurarla y esperamos que aprovechando los materiales que hemos recibido lograremos recuperar el aspecto de Palmira tal y como fue antes [de la ocupación terrorista]", expresó Riad Haddad.
El embajador sirio enfatizó, además, el aporte de las altas tecnologías y los drones en la creación del modelo, y destacó el papel de Rusia en la liberación y especialmente en el desminado de Palmira, lo que ayudó a salvar numerosas vidas civiles. El diplomático llamó, asimismo, a "vigilar las subastas internacionales" para frenar el tráfico de las antigüedades robadas por los terroristas, ya sea en Palmira o en Alepo, o en otras ciudades sirias, y hacer posible su regreso a Siria.
Palmira es uno de los seis lugares de Siria proclamados Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, esta antigua ciudad sufrió numerosas pérdidas durante la primera ocupación yihadista. Los radicales destruyeron el templo de Baal Shamin, volaron por los aires el templo de Bel y el famoso Arco de Triunfo, monumento emblemático de la ciudad. Además resultaron dañados la Ciudadela de Saladino y el Museo Nacional, que perdió muchas de las piezas que quedaban.
En marzo de 2016, los militares sirios con el apoyo de la aviación rusa recuperaron el control de la urbe, que por entonces conservaba aún el 80 por ciento de los monumentos, pero en diciembre del mismo año los radicales volvieron a tomar Palmira y, aunque fueron expulsados poco después, lograron destruir numerosas estructuras.