"Se trata de una operación con tres propósitos: incrementar los esfuerzos de interdicción en altamar, incrementar los esfuerzos de interdicción de lanchas rápidas y semi sumergibles en esa zona y tener mayor control de lo que es el acceso fluvial al mar Pacífico", dijo Naranjo, según información de la vicepresidencia.
Naranjo se reunió con el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, al término de una visita de cinco días a Washington.
El viaje de Naranjo tuvo como objetivo fortalecer las relaciones bilaterales y reforzar la cooperación en la lucha antidroga, ante la presión ejercida en las últimas semanas por la administración de Donald Trump para que Colombia reduzca el tráfico de cocaína.
Asimismo, Naranjo reiteró a Pence el compromiso de Colombia de elevar los niveles de prohibición de drogas y precursores químicos y el avance del plan contra los cultivos ilícitos.
"Compartimos con la administración que la meta de erradicación forzosa de 50.000 hectáreas (de coca) la tenemos ya en 45.000 y en el plan de sustitución ya hay 18.000 familias que han comenzado a recibir los apoyos para iniciar la sustitución", aseveró Naranjo.
Destacó que el país necesita una oportunidad para probar que el plan que adelanta contra los cultivos ilícitos y las drogas es efectivo.
"Nosotros entregaremos la información oficial a EEUU para que, de manera conjunta, hagamos evaluaciones sobre esos resultados y verifiquemos en ese sentido de qué manera estamos avanzando", señaló el vicepresidente en relación a los programas de sustitución voluntaria de cultivos y erradicación manual que impulsa el Gobierno.
Lea más: "La lucha de Colombia contra narcotráfico sigue en pie"
Durante el encuentro, Naranjo y Pence también dialogaron sobre Venezuela, indicó la vicepresidencia de Colombia.
"El Gobierno estadounidense valora positivamente la solidez de la posición del Gobierno (de Juan Manuel) Santos en relación con la situación venezolana", dijo Naranjo.

De acuerdo con ese reporte, 96% de la coca incautada en EEUU entre 2015 y 2016 provino de Colombia, lo que ubicó al país sudamericano como el principal proveedor de esa droga, seguido de Perú, con el 6%.