"Se recibieron unas 60 llamadas en las que se informaba de 50 bombas presuntamente colocadas en la ruta que seguía el cortejo presidencial en San Petersburgo y en las instalaciones que debía visitar el presidente", detalló.
También subrayó que la agenda del presidente no fue alterada en absoluto y no se suspendió ni una sola actividad programada en San Petersburgo.
"Lo hicieron desde el extranjero, no hay duda de que fueron los terroristas telefónicos y tarde o temprano ya los encontrarán", aseguró el portavoz del Kremlin.
Peskov comentó en rueda de prensa que las llamadas con amenazas de bomba no se confirmaron.
"Ni una sola… Fueron los terroristas telefónicos", insistió.
"Prácticamente todo el día de hoy están haciendo gamberradas", apuntó Peskov al señalar que las falsas llamadas con amenazas de bomba empezaron a recibirse temprano por la mañana.
Según agregó el portavoz del Kremlin, el presidente Putin fue informado al respecto.