"Tras una serie de actividades se reveló que las llamadas masivas fueron realizadas mediante telefonía por internet y las direcciones se localizan principalmente en el territorio de Turquía, Ucrania, EEUU y Japón", dijo Baránov en una reunión en la Duma (Cámara baja rusa).
Señaló que este año el número de falsas alarmas de atentados se incrementó un 67,3% sumando 1.066 llamadas.
El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, por sus siglas en ruso) estima las pérdidas en unos 2,5 millones de dólares mientras que el Departamento de Seguridad Regional y Anticorrupción considera que son decenas de millones de dólares.
Por su parte, el vicejefe del departamento de Moscú del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, por sus siglas en ruso), Andréi Yatsenko, destacó que la ola de falsos avisos de bomba afectó a unas 75 de las 85 regiones rusas.
"Según nuestros cálculos, esta ola abarcó cerca de 75 regiones rusas, en total recibimos unas 2.000 llamadas", dijo Yatsenko.
Precisó que de estos 2.000 avisos "cerca de 600 mensajes anónimos se produjeron en Moscú y cerca de 100 en la provincia de Moscú".
Desde el 11 de septiembre Rusia afronta una oleada de llamadas anónimas con avisos de bomba, y al día de hoy fueron evacuados 1,4 millones de personas, lo que representa un 1% de la población total de Rusia.
En ninguno de los casos los cuerpos de seguridad confirmaron la veracidad de las amenazas.
El FSB informó que desde mediados de octubre en el país se reportaron menos llamadas anónimas sobre bombas.