"Me permito por ello pedirle, del modo más respetuoso, pero sincero, la realización de una reunión urgente que nos permita hallar la fórmula para cuidar, construir y consolidar la paz que con tantas dificultades sellamos en los Acuerdos de La Habana", escribió Timochenko en su cuenta de la red social Twitter.
"Me permito por ello pedirle, del modo más respetuoso, pero sincero, la realización de una reunión urgente que nos permita hallar la fórmula para cuidar, construir y consolidar la paz que con tantas dificultades sellamos en los Acuerdos de La Habana". https://t.co/i8G3rwTNt3
— FARC (@FARC_EPueblo) 17 de noviembre de 2017
La solicitud hace parte de una carta que el líder del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) envió en la víspera al mandatario colombiano, pero que sólo se conoció a través de redes sociales, así como otra más que también envió en la víspera al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, para que también intervenga ante las modificaciones que ha tenido el acuerdo.
"Vientos de temporal soplan sobre el proceso de paz colombiano y consideramos urgente hallarles salidas razonables", dijo el exguerrillero a Santos, a quien le pidió que "dedique su atención" a atender las alarmas de la FARC "por lo presentado con el fallo de la Corte Constitucional".
La JEP es considerada la médula del Acuerdo Final de Paz, pero la Corte la avaló con modificaciones, luego de lo cual el Senado la respaldó con cambios adicionales, entre ellos que ningún defensor de derechos humanos que haya abierto causas contra el Estado en los últimos cinco años pueda ser magistrado de la JEP.
La FARC también considera que las modificaciones realizadas al Acuerdo son "el comienzo del fin" para la paz en Colombia, ya que habilita la posibilidad de que los exguerrilleros sean juzgados por la justicia ordinaria y ser extraditados, mientras que excluye a "los terceros civiles y a agentes del Estado no combatientes" sobre quienes pesan graves responsabilidades en el conflicto armado.
La antigua guerrilla de las FARC dejó las armas y se convirtió en partido político de izquierda el pasado 1 de septiembre.
A raíz del Acuerdo de Paz cerca de siete mil rebeldes se desmovilizaron y ahora varios de sus líderes aspiran a participar en política mediante el nuevo movimiento de izquierda.