"Por parte de Venezuela vemos un cumplimiento de los pagos acorde a los planes, los plazos establecidos previamente, tenemos un diálogo bastante claro bilateral, los compromisos mutuos acordados se cumplen en su totalidad, no veo ningún riesgo", dijo el funcionario.
El 95% de los ingresos del país caribeño provienen de la industria petrolera, por lo que ante la caída del precio del barril de crudo, las autoridades han recortado el presupuesto destinado para la importación de alimentos, medicamentos, entre otros, para garantizar el pago de la deuda.
Sin embargo, en los últimos tres meses el Gobierno fue blanco de sanciones financieras por parte de Estados Unidos y Canadá, donde, informó el presidente Nicolás Maduro, se encuentran el 74% de los acreedores de su deuda.
El presidente del país anunció el pasado 3 de noviembre en cadena nacional que iniciaría un refinanciamiento y reestructuración de la deuda externa estimada en unos 150.000 millones de dólares, entre los que destaca el pago de capital e intereses del Bono PDVSA 2017.