"Si van a destruir mi país, les mataría, no lo duden", dijo en una rueda de prensa al término de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) al expresarse sobre la lucha contra el narcotráfico.
"Les digo que será la guerra hasta que termine mi presidencia", enfatizó el presidente filipino.
Duterte declaró una guerra sin cuartel contra el narcotráfico tras tomar posesión del cargo a finales de junio de 2016 y fue objeto de duras críticas por parte de defensores de derechos humanos dentro y fuera del país por los abusos cometidos en estas operaciones.
Según las estadísticas oficiales, un total de 3.811 sospechosos de narcotráfico fueron abatidos en operaciones antidrogas desde el 1 de julio de 2016 hasta el 29 de agosto de 2017.


