El terremoto, de magnitud 7,3 en la escala de Richter, sacudió la montañosa frontera entre Irán e Irak donde se concentra la mayoría de la población kurda, según informó el Instituto Geológico de Estados Unidos.
España expresa sus "más sentidas condolencias a los familiares de los fallecidos por la irreparable pérdida de sus seres queridos", sentimiento que hace extensible "a los pueblos de Irán e Irak".
Además, "espera una pronta recuperación de los heridos y traslada a ambos países su solidaridad y aliento en tan difíciles momentos".
Los equipos de rescate continuarán durante varios días buscando a los supervivientes de entre los escombros de los edificios derrumbados.