De acuerdo con el plan apoyado por Dublín, se prevé que Irlanda del Norte pueda realizar una política de comercio autónoma y permanecer en la unión aduanera de la UE. Además, en su territorio seguirán aplicándose las regulaciones europeas.
Un 53% de los ciudadanos británicos optaron por la salida de la UE en un referéndum celebrado el 23 de junio de 2016.
El Brexit fue activado oficialmente el pasado 29 de marzo.
Según las reglas del artículo 50 del Tratado de Lisboa, el Estado que decida abandonar la UE debe hacerlo en el plazo de dos años tras la entrega de la notificación oficial, en este caso, para finales de marzo de 2019.
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El paso a la segunda etapa –sobre las futuras relaciones y el período de transición– será posible solo después de lograr determinado progreso en la primera.